
Leyendo el briefing de Trendwatching sobre la “Economía de la Expectación”, como siempre muy interesante, se me ocurrió un nombre para lo que hasta el último post he estado asociando a la Cultura Low Cost o la Música Low Cost.
Pienso que es más adecuado llamar al concepto “Economía de lo Gratis” o “Free Economy” que queda más cool.
Ya lo he comentado en anteriores ocasiones, en un entorno donde la producción de contenidos y su difusión (música, videos, gráficos, libros, conocimientos, ideas…) es super accesible en términos de coste, es lógico que aparezcan competidores en el mercado que ofrecen sus “productos” gratis, recordáis la Generación C o mejor, la Generación C(ash).
A modo de Tryvertising, en la red podemos encontrar multitud de músicos, artistas e incluso consultores, que ofrecen “bocados” de su trabajo para lograr generar negocio por otras vías (y que conste que me parece super lícito e incluso más cool que el título de este artículo).
El mayor ejemplo de ello es Google: los servicios son gratuitos y el negocio viene por la publicidad, pero también lo hizo Microsoft sin apretar mucho sobre el pirateo de su programa Office y convirtiendo al paquete en el estándar del mercado a comprar por las empresas.
En música ya lo hace todo el mundo y en consultoría un montón de gente, gurús incluidos, no cito a nadie porque la lista sería interminable.
En Cataluña, TV3 que antaño ofrecía su televisión a la carta pagando, parece que ha rectificado y me encanta como han utilizado la snakability para crear sus resúmenes de tres minutos en TV3minuts.
Fuera de la red el ejemplo más claro son los diarios gratuitos y próximamente quizás nos llegue el teléfono gratis o por que no, los restaurantes gratis, quien sabe, todo es encontrar la fórmula.
Las muestras gratis de toda la vida salen de las tiendas de cosméticos e invaden el mercado, con el propósito de acabar facturando y ganandose la vida, que no nos queda de otra, ya que del cuento solamente pueden vivir unos pocos (y eso a mi no me parece tan lícito).
Pienso que es más adecuado llamar al concepto “Economía de lo Gratis” o “Free Economy” que queda más cool.
Ya lo he comentado en anteriores ocasiones, en un entorno donde la producción de contenidos y su difusión (música, videos, gráficos, libros, conocimientos, ideas…) es super accesible en términos de coste, es lógico que aparezcan competidores en el mercado que ofrecen sus “productos” gratis, recordáis la Generación C o mejor, la Generación C(ash).
A modo de Tryvertising, en la red podemos encontrar multitud de músicos, artistas e incluso consultores, que ofrecen “bocados” de su trabajo para lograr generar negocio por otras vías (y que conste que me parece super lícito e incluso más cool que el título de este artículo).
El mayor ejemplo de ello es Google: los servicios son gratuitos y el negocio viene por la publicidad, pero también lo hizo Microsoft sin apretar mucho sobre el pirateo de su programa Office y convirtiendo al paquete en el estándar del mercado a comprar por las empresas.
En música ya lo hace todo el mundo y en consultoría un montón de gente, gurús incluidos, no cito a nadie porque la lista sería interminable.
En Cataluña, TV3 que antaño ofrecía su televisión a la carta pagando, parece que ha rectificado y me encanta como han utilizado la snakability para crear sus resúmenes de tres minutos en TV3minuts.
Fuera de la red el ejemplo más claro son los diarios gratuitos y próximamente quizás nos llegue el teléfono gratis o por que no, los restaurantes gratis, quien sabe, todo es encontrar la fórmula.
Las muestras gratis de toda la vida salen de las tiendas de cosméticos e invaden el mercado, con el propósito de acabar facturando y ganandose la vida, que no nos queda de otra, ya que del cuento solamente pueden vivir unos pocos (y eso a mi no me parece tan lícito).